domingo, 25 de julio de 2010

Día 6: 22 de julio - Berlín (2a parte)

Hoy hemos planteado el día para hacer turismo por Berlín porque la noche de ayer fue terrible y hoy queríamos tener una jornada tranquila. Pero... para empezar con buen pie, Joselu ha decidido que no se podía levantar a la vez que los demás porque el fuerte poder de la resaca se lo impedía. Así que se ha reenganchado a nuestra vuelta turística en la Alexanderplatz a la hora de comer ya. Y por cierto, hemos comido la típica salchicha alemana con ketchup, mostaza y un panecillo por sólo 1'00€ (es flipante el tema precips aquí. No sabemos porqué pero todo tiene unos precios buenísimos, en serio).

A lo largo del día lo hemos visto todo: la Alexanderplatz, el ayuntamiento, el Checkpoint Charlie (que es un antiguo paso fronterizo entre Berlín Este y Berlín Oeste, donde han estafado vilmente a Juan, Pere y Toni), la Postdamerplatz (donde quedó patente el timo que han sufrido en sus carnes: la historia es que en el Checkpoint Charlie te sellan el pasaporte con los 7 sellos que hacían falta para cruzar el muro, pero cada sello costaba 2'00€ así que Toni, Pere y Juan se han puesto un sello cada uno. La sorpresa ha venido cuando hemos visto que en la Postdamerlatz ponían LOS SIETE sellos y te daban además una postal, todo por 2'50€. Estafados totalmente), tabién hemos hecho las visitas oblogadas a la Puerta de Brandemburgo y al Reichstag (o Busdestag, no lo sabemos muy bien...) y después nos hemos ido a la otra punta de la ciudad, donde aún se conserva 1'5km. del Muro, y que en 1990 pintaron artistas famosos. E incluso hay partes de ese muro aún en pie, en las que puedes escribir libremente. Nosotros, muy originalmente, hemos llenado el muro con pintadas de "Forever Young".

Ya por la noche, habíamos pensado quedarnos en el hostal y no salir por ahí, debido al cansancio post-turístico que teníamos. Y eso hemos hecho, porque al lado del hostal hay una tienda regentada por un argelino que vende botellas de 0'5l. de cerveza a precios irrisorios.

La cosa es que nuestra idea era echar una partida de cartas en las mesas de fuera del hostal, porque hace calorcito, y después irnos a dormir. Pero nuestras vecinas de abajo serbias (de las que ya hemos hablado por aquí) se han asomado a la ventana y han dicho que se apuntaban a ese plan tan penoso nuestro de cartas y cervezas.

Pero este plan ha ido mejorando cuando les hemos enseñado a jugar a Culo a las serbias (que han aprendido a jugar al final mejor que Joselu incluso). Y tanto follón hemos montado, que ha salido el recepcionista paquistaní a decirnos que si no bajábamos el volumen iba a llamar a la policía porque los vecinos se iban a quejar. Así que nos hemos metido en la recepción a seguir allí haciendo... nada.

Lo bueno de estar en la recepción ha sido que se nos han unido dos españolas (alicantinas, de San Juan y de Mutxamel concretamente), bastante guapas pero no especialmente dotadas de inteligencia.

El caso es que según avanzaba la noche las posiciones iban estando marcadas: Joselu y Javi atacaban claramente a las serbias, mientras Pere y el Chino iban a por las valencianas. Pero entonces ha llegado el momento en el que se ha partido la noche: Pere y el Chino se han subido a nuestra habitación con las alicantinas, y en ese momento Joselu le ha pedido a Juan que subiera a por papel de fumar a la habitación (no sabemos si con malicia o no), y eso ha hecho Juan (en un estado de embriaguez que le ponía al nivel de Ernesto de Hanóver). Esto ha provocado una extraña reacción en las chicas alicantinas cuando han visto a Juan, huyendo despavoridas y esfumándose para el resto de la noche, lo que ha producido una gran ira en Pere y el Chino.

Mientras todo esto pasaba, las chicas serbias se han ido a dormir, dejando con cierta intriga a Joselu y a Javi sobre si irse con ellas. Todo esto se ha ido al garete porque el Chino y Pere, despechados porque Juan ebrio había espantado a sus ligues valencianos, han decidido cambiar sus objetivos a por las serbias (comenzando una terrible guerra que se ha desarrollado durante toda la noche).

En este momento de la noche, Joselu ya se había rendido con las serbias, pero Javi se ha asomado a la ventana y una de las serbias le ha dicho "baja aquí, que te voy a enseñar a leer cirílico", a lo que Javi ha reaccionado corriendo para allá. La sorpresa para Javi ha sido encontrarse con Pere y el Chino rondando por la planta del hostal de las serbias, de modo que se han unido a la fiesta de lectura en alfabeto cirílico que se había montado allí. Pero como Javi es un caballero, ha decidido rendirse y marcharse de la habitación de las serbias, pero cuando volvía para nuestra habitación, se ha cruzado con el recepcionista paquistaní, que se dirigía a echar a Pere y el Chino de la serbian-room. Pero las sorpresas para Javi aún no habían acabado, porque al final del pasillo estaban Joselu, Juan y Toni con dos botellas de cerveza cada uno paseándolas por el hostal.

En ese momento, el Chino y Pere creían que habían sido los otros quienes habían llamado al paquistaní para destrozar sus planes 'serbios', pero al ver la estampa de cuatro gilipollas (Joselu, Juan, Javi y Toni) con cervezas dando vueltas por el hostal, han entendido que los seis debían correr para evitar que el paquistaní les echara del hotel y tener que dormir en la calle.

Entonces, con los seis en la habitación ya, Javi se ha vuelto a asomar a la ventana, y esta vez las serbias le han dado directamente la clave para entrar en su planta, pero muy astutamente Pere también ha apuntado el número y mientras Javi se entretenía hablando con unos holandeses por la ventana, Pere y el Chino han aprovechado su oportunidad y han corrido a la serbian-room de nuevo.

Juan le ha prometido cerveza a los holandeses por la ventana, lo que ha hecho que hayan venido a nuestra habitación, y mientras Toni ya dormía, Juan, Javi y Joselu hablaban con 'Van Bommel' y 'De Jong' -los holandeses-. Pero en ese instante Javi ha visto por la ventana al Chino sin camiseta en la habitación de las serbias, lo que ha producido que se haya llenado de sed de venganza. Así que le ha dado la clave de las serbias a los holandeses, y los ha mandado para allá con Joselu y Juan a reventar los eróticos planes del Chino y Pere.

Así, la alineación que se presentó fue: Juan en punta, que entró en la habitación y se metió en una cama vacía con una cerveza en la mano y una cara de borrachera total; los holandeses 'Van Bommel' y 'De Jong', que no sabían muy bien qué hacían allí; y como cierre Joselu, que finalmente consiguió llevarse a una de las serbias con él; todo esto mientras Javi ya se había quedado durmiendo. Al final, el Chino era el único que quedaba en la serbian-room con una de ellas, pero no ha podido consumar sus ansias amorosas porque nuestro amigo paquistaní ha vuelto ha hacer aparición para echarle de allí.

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