jueves, 22 de julio de 2010

Día 4: 20 de julio - Amsterdam (2a Parte)

Tras descansar un montón de horas para descubrir Ámsterdam, hemos salido a conocer la ciudad en bici. En la cola del alquiler nos hemos encontrado con unos 2.563 españoles (entre ellos, nuestras vecinas asturianas).

Hemos visitado todos los lugares obligados: la casa de Anna Frank (donde hemos oído frases célebres como "Seguro que los nazis no pagaron 8'50€ para entrar aquí" o "Con este calor ése debe ser el ventilador de Anna Frank" todas muy graciosas), el barrio Rojo (con parada para tomar la cerveza de rigor), los canales y el río Ámstel (que, no, no es de cerveza) donde Javi ha cumplido con la tradición castellana de saludar a todo aquél que pasara por debajo del puente en el que estábamos (con frases como "Yo no tendré barco, pero tengo pelo, socalvo!").

Después de cenar, Javi con Pere y el Chino han ido a cortejar a las vecinas asturianas para que fueran con ellos a dar una vuelta al Museumplein (cuando aún eran sólo las 12:00 de la noche) y las buenas de ellas ya estaban durmiendo. Acto seguido, Pere y Javi han bajado a la calle para rondarlas en su ventana como la auténtica tuna compostelana, ante lo cual las chicas no han pudido negarse a salir a dar una vuelta con ellos. En ese momento Pere ha ido a acompañar al Chino a dios-sabe-qué y Javi ha tenido que mantener el tipo yendo él solo con ellas hasta el Rijksmuseum (donde ya esperaban Toni y Juan). Después de estar charlando con ellas, han hecho aparición Chino y Pere (junto a varios grupos de españoles haciendo botellón) y han asustado a las asturianas justo cuando Javi creía tener alguna oportunidad (que en realidad no la tuvo nunca).

Entonces, Pere y el Chino (en un grado de exaltación de la amistad muy alto) han decidido salir por el barrio Rojo. Allí han vivido grandes aventuras como por ejemplo cuando el Chino se ha sentado tranquilamente delante de un escaparate y la señorita que había detrás del cristal ha salido enfurecida a preguntarle qué hacía allí sentado. Tras comprobar lo mal que está la gente a las 3:00 de la mañana en el Barrio Rojo, han decidido volver al hotel. Pero antes de llegar se han encontrado con una sorpresa...

Mientras Pere y el Chino exploraban el Ámsterdam nocturno, en el otro lado de la ciudad Toni, Juan y Javi se disponían a volver al hostal a dormir, cuando en el centro de la mediana de una calle ancha han visto a una holandesa de 2m. de estatura, borracha, haciendo 'eses' y que quería conversar con ellos tres. Javi, Toni y Juan (que son unos caballeros) han aguantado un rato charlando con ella hasta que el Chino y Pere han llegado (y se han encontrado con esa sorpresa rubia neerlanesa), así pues Juan y Toni se han ido a dormir. Sin embargo, Pere y el Chino han incitado a Javi a que cuidara de la pobre Grabriella (así se llamaba la chica) y la acompañara a su casa como todo un 'gentleman' (e incluso Pere le ha prestado su bici a Javi para que cumpliera tal fin).

Al final, Javi ha acompañado a la holandesita a casa (con los gritos de fondo del Chino diciendo "tirátela"), a pesar de que todos sabemos que una tía como esa tiene que estar mucho más borracha (o inconsciente) para tener algo con Javi. Y efectivamente, Javi ha quedado como un señor... pero nada más. Cuando Javi ha aparecido en el hotel hemos dormido tranquilos...

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