sábado, 31 de julio de 2010

Epílogo - Aclaraciones, recomendaciones, curiosidades, y otras anécdotas.

Es importante hacer esta entrada en nuestro blog dos días después acabado nuestro viaje. Lo primero de todo, hay que decir que si por algo de lo que hemos escrito en el blog alguien se ha visto ofendido, la mejor recomendación que podemos hacerle es que no se dé por aludido. La opción de mirar para otro lado es la mejor siempre, así que si aparecéis mal parados en este blog, nuestra recomendación es que no os ofendáis si no se os menciona así: «José Pérez Sánchez, con DNI número ١٢٤٣٥٦٨٩-Σ» no debería pasar nada en absoluto, porque ningún familiar, amigo o conocido vuestro os reconocerá en esta bonita historia de nuestro viaje que hemos publicado en internet.

Después de esta aclaración-recomendación, aquí viene otra: Si queréis leer el blog y enteraros de algo seriamente, lo mejor que podéis hacer es leerlo 'de abajo a arriba', o sea, desde la entrada más antigua (http://foreveryoungeuropa.blogspot.com/2010/07/dia-0-16-de-julio-madrid.html) en adelante, porque si no, no os vais a enterar de una mierda.

Otra recomendación, si sólo tenéis tiempo (o ganas) para leer una sola entrada, leed la del día 6 (22 de julio - Berlín - http://foreveryoungeuropa.blogspot.com/2010/07/dia-6-22-de-julio-berlin-2a-parte.html), que es la más larga y seguramente la más divertida (por lo menos, para nosotros lo fue). Aunque si sólo leéis una entrada nos estaréis haciendo un feo muy gordo, y nos sentiremos muy ofendidos. Así que leed el blog entero, por dios.

Como curiosidad, os podemos contar que en nuestro viaje por Europa, que duró unos 13 días, comimos en McDonald's sólo en 4 ocasiones: una en Ámsterdam, una en Berlín, una en Viena, y otra en Dachau. El resto de veces, por norma general, nuestra alimentación se ha basado en comprar pan y embutidos en los supermercados y hacer bocadillos, lanzándonos a lo barato. También es verdad que en Praga comimos casi siempre en restaurantes, aprovechándonos de que la corona checa vale mucho menos que el euro.

Otro dato curioso es que en Europa es normal tener que pagar unos 0'30€ por usar los baños de los restaurantes y las estaciones (los baños públicos en general), y nosotros desde el principio nos hemos negado rotundamente a pagar 'por mear'. El único que pagó en algún momento por ir al baño fue el Chino, en Dachau, en el baño del McDonald's (se gastó sus 30 céntimos para entrar), pero el más gracioso fue Juan, que entró en el baño del McDonald's en Ámsterdam aprovechando que la señora que estaba en la puerta (cobrando) miraba hacia otro lado, y se coló ahorrándose los 30 centimillos que había que pagar.

Una anécdota curiosa posterior al viaje que merece la pena ser contada es que, después de llegar a Madrid, a Javi le mandó un mensaje privado vía Facebook una de las Serbias de Berlín (la que se enrolló con el Chino exactamente), diciéndole más o menos esto: «Eres el gay más simpático que he conocido nunca, y por cierto, el último día me preguntaste si había pasado algo entre el Chino y yo y no te contesté porque estaba medio dormida, y tengo que decirte que no», pero Javi (al que ya es habitual confundirle con Jesús Vázquez) no cree a esta chica y cree fielmente en la palabra de su amigo el Chino y que tuvo lío con ella.

Para terminar este epílogo, dar un último agradecimiento a todos los 'actores secundarios' que aparecen en nuestra historia: Las pucelanas de Bruselas, las asturianas de Ámsterdam, los finlandeses, las serbias, las alicantinas, y los holandeses ('Van Bommel' y 'De Jong') en Berlín, las americanas y las inglesas de Praga, y a las valencianas (Sandra, y cía.). Un abrazo, un beso, o un saludo a todos ellos.

viernes, 30 de julio de 2010

Día 13: 29 de julio - Milán, Madrid

Hoy es el último día de nuestro InterRail, así que tal y como teníamos planeado, hemos ido a llevar las maletas a las consignas de la estación de tren, porque allí se coge el autobús al aeropuerto, y nuestro vuelo sale de noche, y por la mañana queríamos hacer turismo sin las maletas. El dato del día: tal y como ya nos pasó en Múnich, hoy nos han vuelto a perdonar una multa, por montarnos en un trolebús sin billete. Un revisor ha pillado a Toni por banda y los demás nos hemos escaqueado vilmente para que sólo pusieran una multa y repartinosla entre los cinco, pero no sabemos por qué no se la han puesto al final. El caso es que el día ya ha empezado mal. Incluso llovía.

Después de dejar las maletas nos hemos comprado un billete 'giornalero' para todo el día y así ir tranquilos. Hemos hecho toda la ruta turística: el Duomo, la pinacoteca di Brera, el teatro de la Scala, las galerías de Víctor Manuel II, el castillo Sforzesco, la Universidad Católica, y la iglesia de Santa María de la Gracia (donde está pintada en un mural 'La última cena' de Da Vinci, y hay una cola de 2 semanas para entrar a verlo, con cita previa, como en el médico). También queríamos ir a ver el estadio de San Siro-Giuseppe Meazza, pero el cansancio a media tarde ha podido con nosotros, y ya nos hemos despedido de la ciudad yendo a la estación para recoger nuestras maletas, e irnos ya al aeropuerto.

En el aeropuerto hemos visto cómo nuestro vuelo, que tenía la salida prevista para las 21:00, ponía que tenía de retraso hasta las 23:30 y nos hemos cagado en todo lo cagable. Pero al final el retraso no ha sido tanto y ha salido a las 9:30pm (aprox.). Al final ya estamos en Madrid y esto ya se ha acabado. Fue bonito mientras duró, y es una experiencia irrepetible pero recomendable a todo el mundo.

Día 12: 28 de julio - Zúrich, Milán

Ayer por la noche, en un alarde de estupidez por nuestra parte nos dimos cuenta de que el tren Múniz-Zúrich que queríamos coger hoy salía demasiado tarde, así que empezamos a buscar trenes que hicieran ese trayecto antes. Pero el único que había antes del mediodía salía a las 7:15 de la mañana, así que hoy nos hemos tenido que levantar a las 6:00 de la mañana (porque somos como unas señoritas y necesitamos mucho tiempo para hacer las maletas y asearnos). El caso es que nos hemos montado en ese tren mañananero y hemos dormido a pierna suelta hasta llegar a Zúrich.

Cuando hemos llegado a Zúrich hemos hecho nuestra ya típica parada para comprar algo que comer en un supermercado y nada más. Como curiosidad os diremos que en Suiza aceptan euros para pagar, pero sólo billetes (nada de monedas, que son chatarra para ellos), y el cambio te lo devuelven en francos suizos. Así que hemos comprado nuestro almuerzo de baja calidad gastronómica y no hemos salido siquiera de la estación de Zúrich, porque llovía bastante y además nuestro tren a Milán salía en poco tiempo.

Cuando hemos visto nuestro tren a Milán (que ha sido nuestro último tren en el InterRail), nos hemos frotado las manos, porque era un Pendolino italiano (como los 'Avant' españoles) y somos unos enamorados de montar en los trenes de alta velocidad sin pagar. Somos así.

La idea de pasar por Zúrich para ir a Milán (y no por Verona, que es más corto) venía de que habíamos oído que los ferrocarriles en Suiza eran preciosos porque veías todo el país en tren: unos paisajes impresionantes de montañas, valles, ríos y lagos; y también las curiosas infraestructuras que tienen: túneles para salvar las montañas, y viaductos para salvar los valles; constantemente túnel, puente, túnel, puente. Ha sido muy bonito.

La anécdota del tren Zúrich-Milán se ha producido cuando el revisor nos ha dicho que con el billete de InterRail había que pagar un suplemento de 16 francos suizos (unos 13 euros) si queríamos seguir hacia Italia, y si no lo pagábamos debíamos bajarnos en Chiuso, que era la última estación en Suiza. Nos ha dejado chafados, porque nosotros habíamos alardeado de que habíamos montado en más de 10 trenes seguidos sin tener que pagar (algunos incluso de alta velocidad, en Alemania y Austria), y ahora en el último minuto del partido nos han hecho pagar. Es como ganar un partido 7-0 y que te metan un gol en el minuto 90. Te chafa.

Cuando por fin hemos llegado a Milán, nos hemos asentado en el hostal más sórdido de todos a los que hemos ido en todo el viaje. En un edificio antiguo, con un ascensor del siglo XIX, un hostal con una sola planta (y sospechamos que con sólo 6 ó 7 habitaciones), nos ha tocado una habitación que parecía la de una casa rural española de los años 60, sólo faltaba un crucifijo encima del cabecero de la cama. Despúes de sobreponernos al shock temporal que hemos vivido, le hemos preguntado a la recepcionista, que era dominicana, por dónde debíamos salir de fiesta en Milán, y nos ha recomendado tres zonas: Una de discotecas (tipo dance, house, trance, etc.), otra zona más pija (que incluso ella nos ha dicho sutilmente que con nuestras pintas no íbamos a hacer nada allí), y otra de cervecerías, bares y pubs. Así que nos hemos ido a esta última, dejando para mañana el turismo.

Esta zona de marcha estaba a los lados de un canal muy bonito, pero la edad media de la gente que había allí rondaba los 37 años. Así que nos hemos tomado una cerveza, y tras dar una vuelta de reconocimiento y ver que no había nada que hacer nos hemos ido. El Chino y Pere han insistido mucho en ir a la zona de marcha 'pija' y nos hemos metido en un tranvía para allá, pero en mitad del trayecto el tranvía ha pasado por una plaza llena de gente joven bebiendo en la calle (como debe ser, costumbres sudeuropeas: El botellón, que en Milán es legal). Nos hemos bajado del tranvía y allí que nos hemos puesto. La plaza en cuestión, la de la iglesia de San Lorenzo el Mayor, tiene gente sentada en el suelo, algunos tocando instrumentos (con fines claros: Aparearse), y locales que venden alcohol al rededor.

A eso de las 2:00am la plaza se ha ido vaciando, así que nos hemos ido. El Chino y Pere seguían insistiendo en ir a la zona 'pija', pero Juan, Toni y Javi no. Así que estos tres se han ido andando al hostal. Lo curioso ha sido que al final Pere y el Chino se han rendido en su búsqueda de fiesta milanesa y se han ido al hostal poco después, pero sin embargo han llegado antes que Toni, Javi y Juan, porque estos tres tontos se han perdido y han tardado media hora más de lo normal en llegar al hostal.

jueves, 29 de julio de 2010

Día 11: 27 de julio - Munich

Hoy hemos decidido darnos un respiro y pasar del despertador, lo que ha provocado que hasta pasadas las 12 no haymos estado listos para salir.

Nuestro plan de hoy ha sido totalmente improvisado, y todos nos hemos puesto de acuerdo en acercarnos en tren a la vecina ciudad de Dachau, a visitar el que fue el primer campo de concentración del III Reich. Esta vez, después de nuestra mala experiencia de ayer, para el viaje sí que hemos llevado nuestros billetes con nosotros, aunque para colmo, hoy no ha pasado ningún revisor.

La visita al campo de concentración ha sido quizás la más impactante de todas las que hemos hecho en este Interraíl. Todos hemos recorrido aquellos pasillos con un escalofrío constante.

De vuelta a Munich, donde llovía a mares (sí, la lluvia no nos da tregua en estos últimos días, con el buen tiempo que tuvimos al principio), hemos decidido refugiarnos en una típica cervecería para degustar una buena jarra de cerveza alemana mientras jugábamos a las cartas esperando a que la lluvia amainara.

Y por fin ha salido el sol y nos hemos vuelto a poner en marcha, en esta ocasión para ver el famoso Allianz Arena (el estadio donde juega el Bayern, el bonito, el que se ilumina con colores de noche). A la vuelta hemos querido disfrutar de los tradicionales 'jardines de la cerveza' pero se había hecho de noche y allí solo quedaba gente paseando en bici en un parque lúgubre y tenebroso sin iluminación alguna. La anécdota ha llegado en el momento en el que hemos querido preguntar a uno de los ciclistas por el dichoso jardín y nos ha dicho que él no hablaba muy bien castellano pero que su hijo, que iba con él, hablaba catalán. Así que Pere, el más catalán de nosotros, ha hablado con él y este le ha respondido con un 'el jardí està tancat' con un acento que ni Jordi Pujol.

Así que siguiendo los consejos de nuestro amigo catalanoalemán nos hemos dirigido a Leopoldstrasse, donde había aún un poco de marcha. Allí hemos conocido a una nueva amiga, que había pasado varios años en Canarias y hablaba un español con acento canario. Ella nos ha recomendado un bar mexicano donde nos hemos tomado nuestra última cerveza en Alemania.

La siguiente parada ha sido el hostal, que mañana nos espera un largo viaje, el último tren.

Día 10: 26 de julio - Salzburgo, Munich

Hoy es el magnánimo día de la onomástica del Chino, que desde hoy es mucho más viejo, acercándose peligrosamente a la treintena. Cumple 21.

El día del cumpleaños del Chino ha empezado en Viena, cogiendo el tren a Salzburgo, donde hemos pasado la tarde haciendo turismo. Hemos visto la casa del mismísimo Wolfgang Amadeus Mozart y hemos subido al castillo en lo alto de la montaña (excepto Javi, que se ha quedado abajo porque tiene vértigo, mal de altura y reúma). Y después de recorrer toda la ciudad ésta (que está entre montañas y es muy bonita).

Después hemos cogido un 'RailJet' (lo que sería un AVE austriaco) destino a Múnich, a donde hemos llegado de tarde-noche, y después de instalarnos en el hostal más masificado al que hemos ido (dormimos con 7 personas más, o sea 12 en total en la habitación), hemos cenado nuestra comida alemana favorita: Salchicha con pan y una buena cerveza.

Acto seguido, nos hemos dispuesto a salir de jarana por el centro, y para ello hemos cogido el S-Bahn (el 'Cercanías' alemán) para ir allá. Nos hemos montado sabiendo que nuestros billetes de InterRail valen ahí, pero sin llevarlos encima. Y tal y como manda la ley de Murphy, ha aparecido un revisor... Lo bueno ha sido que le hemos hecho ver que teníamos unos billetes de InterRail en nuestro hostal, y que uno de nosotros podría ir a por ellos. Para ello, puesto que el revisor solo hablaba alemán, hemos tenido que pedir ayuda a un amable señor que nos ha hecho de traductor inglés-alemán y viceversa. Al final, el hombre se ha apiadado de nosotros y no nos ha puesto multa.

Cuando ya hemos salido a la calle, nos hemos dado cuenta de que no teníamos ni idea sobre a dónde ir (incluso a pesar de que le habíamos preguntado al recepcionista del hostal por dónde salir). El caso es que hemos hecho la noche, empezando por ver a un artista callejero bastante bueno (al que le han reventado el espectáculo unos tiffosi italianos que han aparecido de repente), y luego en un pub irlandés con música en directo (donde lógicamente le han cantado el "Happy birthday Roberto" al Chino), y donde parecía que íbamos a dar por terminada la noche. Sin embargo, allí hemos hecho buenas migas con un grupo de colombianos e irlandesas que nos han dicho donde teníamos que ir cuando ha cerrado el 'Irish pub': a un local gay en el barrio gay. Hemos ido allí y no nos han dejado pasar (no sabemos por qué. No somos taaan 'machos').

En ese momento, la noche ha acabado para nosotros y nos hemos decidido a irnos -andando, por si había más revisores- al hostal, a dormir.

miércoles, 28 de julio de 2010

Día 9: 25 de julio - Viena

Amanecemos en Praga para coger el trayecto más largo que hemos hecho sin 'escalas': Praga-Viena. Con la anécdota de que el tren ha estado parado media hora en la última estación antes de pasar la frontera, porque un tío se había quedado amarillo de beber o drogarse, y le había dado un javazo o algo así.

Al llegar, nos hemos asentamos en el hostal, y nos hemos dispuesto a hacer turismo por la ciudad. Hemos visto el Palacio Imperial, el Parlamento, el Ayuntamiento y el Danubio azul que inspiró a Strauss. Caída la noche, hemos hecho la visita obligada al Ernst Happel Stadion (donde España ganó la Eurocopa en 2008), y también al Palacio de Schönbrunn de Sissí Emperatriz.

Luego, hemos querido salir de fiesta, pero esta ciudad está muerta de noche, así que hemos jugado una partida de ajedrez gigante (uno de los muchos servicios que nos ha dado este hostal, a pesar de tener la habitación en la 3a planta y no haber ascensor), y nos hemos ido a la camita para mañana ir frescos a ver Salzburgo y llegar a Múnich.

martes, 27 de julio de 2010

Día 8: 24 de julio - Praga (2a parte)

Hoy sí tenemos ganas de jarana. Después de tomarnos ayer un respiro. Normal...

Hace mal día, pero hoy no ha llovido, así que hoy ya sí hemos visto el centro histórico, el puente de Carlos IV, y hemos subido andando hasta la parte alta de la ciudad, que está llena de palacios e iglesias (por cierto, allí nos hemos encontrado con nuestras vecinas asturianas de Ámsterdam, muy majas ellas).

Después de la tarde turística, el plan nocturno era no salir de fiesta y quedarnos en la Sala Común de Hufflepuff a ver si había gente con ganas de juerga. Y justo hoy han llegado a nuestra habitación dos inglesas en sustitución del paquistaní que teníamos. Estas dos inglesas tenían dos amigas americanas en el hostal, y las cuatro tenían ganas de jarana. Nos han invitado a jugar con ellas a uno de esos juegos de beber típico universitario americano en el que al final todo el mundo acaba por los suelos. La anécdota de la noche se produjo cuando, jugando a 'Yo nunca' alguien dijo "Yo nunca he tenido sexo anal" y entonces las dos inglesas bebieron (dejando claro que les gustaba abrir la puerta de atrás).

Según avanzaba la noche Pere empezaba a hablar con la más charlatana de las americanas (que era realmente americana, parecía hija del mismísimo Walt Disney), mientras un Javi bastante perjudicado por la cerveza hacía buenas migas con la inglesa más borracha. Entonces, Toni, Juan y una de las inglesas se iban a dormir. Y el Chino comenzaba un cortejo con la otra americana (la que no hablaba con Pere).

Al final la inglesa 'de Javi' y la americana 'de Pere' se han ido a la cama, y eso mismo han hecho ellos (irse a dormir), dejando pista libre para que el Chino enseñase a esa americanita que... para hacer bien el amor hay que venir al sur.

Día 7: 23 de julio - Praga

Hoy, después de la 'serbian-girls-night', Joselu tenía que volver a Madrid en avión, y aunque el vuelo salía a las 12 del mediodía, se ha levantado a las 8:30 para asegurarse de no perdeerlo, y también para despedirse caballerosamente de 'su' serbia (acompañado de Javi, que había madrugado y quería preguntarle a las serbias qué había pasado la noche anterior. Es un puto cotilla).

Cuando Joselu se ha ido al aeropuerto, los demás han ido amaneciendo gradualmente para ir a coger el tren que nos llevaría a Dresde (que es la escala que nos habíamos propuesto en nuestro viaje a Praga). Allí hemos hecho una parada para comer y poco más. Y después coger otro tren ya hacia Praga.

Cuando hemos llegado a Praga el tiempo no nos acompañaba. Así que nos hemos acoplado en el hostal (que con diferencia es el más 'snob' en el que hemos estado), donde compartimos habitación con un señor calvo, dos chicas australianas y un paquistaní-inglés.

De tarde-noche hemos salido a ver la ciudad, pero entonces ha caído el diluvio universal, nos ha pillado desprevenidos y no habíamos construído un arca, así que hemos visto la torre del reloj, por recomendación de Quico (a quien, a pesar de estar en Praga al final no hemos visto, aunque Toni se ha empapado en el centro de una plaza intentando localizarle). Hemos cenado en un italiano, en el que hemos podido pagar en euros, y después (que aún llovía), nos hemos vuelto al hostal con un cargamento de botellas de 0'5l. compradas a 25 coronas checas (aprox. 1€/botella) y nos hemos apalancado en la 'Sala común'. Parecía aquello Hogwarts con la sala de la casa Griffindor. Ridículo.

Cuando el cansancio ha podido con nosotros, nos hemos retirado a nuestros aposentos.

domingo, 25 de julio de 2010

Día 6: 22 de julio - Berlín (2a parte)

Hoy hemos planteado el día para hacer turismo por Berlín porque la noche de ayer fue terrible y hoy queríamos tener una jornada tranquila. Pero... para empezar con buen pie, Joselu ha decidido que no se podía levantar a la vez que los demás porque el fuerte poder de la resaca se lo impedía. Así que se ha reenganchado a nuestra vuelta turística en la Alexanderplatz a la hora de comer ya. Y por cierto, hemos comido la típica salchicha alemana con ketchup, mostaza y un panecillo por sólo 1'00€ (es flipante el tema precips aquí. No sabemos porqué pero todo tiene unos precios buenísimos, en serio).

A lo largo del día lo hemos visto todo: la Alexanderplatz, el ayuntamiento, el Checkpoint Charlie (que es un antiguo paso fronterizo entre Berlín Este y Berlín Oeste, donde han estafado vilmente a Juan, Pere y Toni), la Postdamerplatz (donde quedó patente el timo que han sufrido en sus carnes: la historia es que en el Checkpoint Charlie te sellan el pasaporte con los 7 sellos que hacían falta para cruzar el muro, pero cada sello costaba 2'00€ así que Toni, Pere y Juan se han puesto un sello cada uno. La sorpresa ha venido cuando hemos visto que en la Postdamerlatz ponían LOS SIETE sellos y te daban además una postal, todo por 2'50€. Estafados totalmente), tabién hemos hecho las visitas oblogadas a la Puerta de Brandemburgo y al Reichstag (o Busdestag, no lo sabemos muy bien...) y después nos hemos ido a la otra punta de la ciudad, donde aún se conserva 1'5km. del Muro, y que en 1990 pintaron artistas famosos. E incluso hay partes de ese muro aún en pie, en las que puedes escribir libremente. Nosotros, muy originalmente, hemos llenado el muro con pintadas de "Forever Young".

Ya por la noche, habíamos pensado quedarnos en el hostal y no salir por ahí, debido al cansancio post-turístico que teníamos. Y eso hemos hecho, porque al lado del hostal hay una tienda regentada por un argelino que vende botellas de 0'5l. de cerveza a precios irrisorios.

La cosa es que nuestra idea era echar una partida de cartas en las mesas de fuera del hostal, porque hace calorcito, y después irnos a dormir. Pero nuestras vecinas de abajo serbias (de las que ya hemos hablado por aquí) se han asomado a la ventana y han dicho que se apuntaban a ese plan tan penoso nuestro de cartas y cervezas.

Pero este plan ha ido mejorando cuando les hemos enseñado a jugar a Culo a las serbias (que han aprendido a jugar al final mejor que Joselu incluso). Y tanto follón hemos montado, que ha salido el recepcionista paquistaní a decirnos que si no bajábamos el volumen iba a llamar a la policía porque los vecinos se iban a quejar. Así que nos hemos metido en la recepción a seguir allí haciendo... nada.

Lo bueno de estar en la recepción ha sido que se nos han unido dos españolas (alicantinas, de San Juan y de Mutxamel concretamente), bastante guapas pero no especialmente dotadas de inteligencia.

El caso es que según avanzaba la noche las posiciones iban estando marcadas: Joselu y Javi atacaban claramente a las serbias, mientras Pere y el Chino iban a por las valencianas. Pero entonces ha llegado el momento en el que se ha partido la noche: Pere y el Chino se han subido a nuestra habitación con las alicantinas, y en ese momento Joselu le ha pedido a Juan que subiera a por papel de fumar a la habitación (no sabemos si con malicia o no), y eso ha hecho Juan (en un estado de embriaguez que le ponía al nivel de Ernesto de Hanóver). Esto ha provocado una extraña reacción en las chicas alicantinas cuando han visto a Juan, huyendo despavoridas y esfumándose para el resto de la noche, lo que ha producido una gran ira en Pere y el Chino.

Mientras todo esto pasaba, las chicas serbias se han ido a dormir, dejando con cierta intriga a Joselu y a Javi sobre si irse con ellas. Todo esto se ha ido al garete porque el Chino y Pere, despechados porque Juan ebrio había espantado a sus ligues valencianos, han decidido cambiar sus objetivos a por las serbias (comenzando una terrible guerra que se ha desarrollado durante toda la noche).

En este momento de la noche, Joselu ya se había rendido con las serbias, pero Javi se ha asomado a la ventana y una de las serbias le ha dicho "baja aquí, que te voy a enseñar a leer cirílico", a lo que Javi ha reaccionado corriendo para allá. La sorpresa para Javi ha sido encontrarse con Pere y el Chino rondando por la planta del hostal de las serbias, de modo que se han unido a la fiesta de lectura en alfabeto cirílico que se había montado allí. Pero como Javi es un caballero, ha decidido rendirse y marcharse de la habitación de las serbias, pero cuando volvía para nuestra habitación, se ha cruzado con el recepcionista paquistaní, que se dirigía a echar a Pere y el Chino de la serbian-room. Pero las sorpresas para Javi aún no habían acabado, porque al final del pasillo estaban Joselu, Juan y Toni con dos botellas de cerveza cada uno paseándolas por el hostal.

En ese momento, el Chino y Pere creían que habían sido los otros quienes habían llamado al paquistaní para destrozar sus planes 'serbios', pero al ver la estampa de cuatro gilipollas (Joselu, Juan, Javi y Toni) con cervezas dando vueltas por el hostal, han entendido que los seis debían correr para evitar que el paquistaní les echara del hotel y tener que dormir en la calle.

Entonces, con los seis en la habitación ya, Javi se ha vuelto a asomar a la ventana, y esta vez las serbias le han dado directamente la clave para entrar en su planta, pero muy astutamente Pere también ha apuntado el número y mientras Javi se entretenía hablando con unos holandeses por la ventana, Pere y el Chino han aprovechado su oportunidad y han corrido a la serbian-room de nuevo.

Juan le ha prometido cerveza a los holandeses por la ventana, lo que ha hecho que hayan venido a nuestra habitación, y mientras Toni ya dormía, Juan, Javi y Joselu hablaban con 'Van Bommel' y 'De Jong' -los holandeses-. Pero en ese instante Javi ha visto por la ventana al Chino sin camiseta en la habitación de las serbias, lo que ha producido que se haya llenado de sed de venganza. Así que le ha dado la clave de las serbias a los holandeses, y los ha mandado para allá con Joselu y Juan a reventar los eróticos planes del Chino y Pere.

Así, la alineación que se presentó fue: Juan en punta, que entró en la habitación y se metió en una cama vacía con una cerveza en la mano y una cara de borrachera total; los holandeses 'Van Bommel' y 'De Jong', que no sabían muy bien qué hacían allí; y como cierre Joselu, que finalmente consiguió llevarse a una de las serbias con él; todo esto mientras Javi ya se había quedado durmiendo. Al final, el Chino era el único que quedaba en la serbian-room con una de ellas, pero no ha podido consumar sus ansias amorosas porque nuestro amigo paquistaní ha vuelto ha hacer aparición para echarle de allí.

viernes, 23 de julio de 2010

Día 5: 21 de julio - Berlín

El día se presentaba bien: Íbamos a ir a Berlín, y allí nos esperaban Joselu y Sandra con unas amigas y así ha sido. Seguid leyendo y lo veréis.

Primero de todo, habíamos planeado hacer una escala en Hanóver en nuestro viaje Ámsterdam-Berlín, y eso hemos hecho: La parada relámpago más corta que jamás haya hecho nadie. Hemos bajado del tren, hemos buscado el LiDL de la estación, hemos comprado la bazofia comestible más barata, nos la hemos tomado rápidamente, y hemos cogido el siguiente tren que iba para Berlín. Por cierto, el tren ha resultado ser un 'ICE' (el "AVE" alemán); con diferencia el mejor tren en el que montaremos en todo nuestro InterRail... y gratis!!

Ya en Berlín, se ha producido el encuentro con Joselu en la estación y hemos ido a asentarnos en el hostal. Aquí empieza la historia del hostal más loco-loco de toda Europa (y sólo por 9'00€/noche). El lugar es un laberinto de pasillos, ascensores y escaleras, regentado por hindúes que siempre llevan cierto puntillo de alcohol. Para que entendáis cómo era, si queremos ir a nuestra habitación -en la tercera planta- hay que subir hasta la planta segunda en un montacargas industrial, después subir andando un piso, y allí cruzar un puerta con una clave (como si fuera la caja fuerte de un banco), entonces se entra a un pasillo con muchas puertas y miles de indicaciones confusas, así después de cruzar tres puertas anti-incendios más, se llega a nuestra habitación, que tiene siete camas (una sin colchón; sólo somier) para seis tíos que somos. La primera habitación para nosotros solos en todo este viaje.

En cuanto nos hemos instalado, Javi y Pere se han asomado a la ventana a dar su habitual concieto de guitarra y turuta interpretando el clásico 'La chica de Ipanema', y así hemos conocido a un par de chicas de Serbia (que merecen ser mencionadas) que se han asomado a su ventana para aplaudir al terminar el recital.

Así las cosas, nos hemos ido a cenar con Sandra y sus cuatro amigas: Bea (también conocida por nosotros como la Pasionaria, porque era más roja que la piel de nuestro querido y quemado amigo Toni), Marta, Esther y Silvia. Y como somos unos recién llegados a la ciudad, hemos dejado que fueran ellas las que nos aconsejaran, y de esta manera hemos cenado en un restaurante italiano regentado por turcos, donde se comía bien y barato.

Después hemos hecho un botellón de cerveza (porque en Alemania las botellas de medio litro están baratísimas), lo que ha llevado a que Bea y el Chino hayan estado toda la noche discutiendo sobre política y otras tonterías, o a que Esther se haya ido (no sabemos a qué) con un cubano que pasaba por allí y había salido de su casa a bajar la basura, o también a que al final hayamos acabado todos en nuestro hostal (con la excusa de que el Chino se ha traído algo desde Ámstedam).

En el hostal, Toni ha recordado que esta mañana había una habitación vacía y abierta (Lo había descubierto probando todos los pomos de todas las puertas). De modo que nos hemos metido todos en la 'habitación del pánico'. Pero se ha cernido entonces la tragedia: No había mechero. Entonces, Joselu ha ido en expedición por toda la planta del hostal llamando puerta por puerta pidiendo fuego, hasta que unos finlandeses de 2m. de estatura se han unido a la fiesta en el club de fumadores secreto, que intimidaron a las chicas y a Juan, Pere, Toni y Javi a dormir. Así que al final sólo Joselu y el Chino se han quedado en la smoking-room con 13 vikingos.

Para terminar, el Chino y Joselu, cuando se han ido a dormir, han estado casi media hora con una risa estúpida que ha hecho despertar a los demás. Bueno... y una mención especial para Javi, que en su primer día en Alemania sólo ha tomado agua: para comer, para cenar, e incluso en el botellón (se ha comprado un agua de 1'5l.). Es un tío raro.

jueves, 22 de julio de 2010

Día 4: 20 de julio - Amsterdam (2a Parte)

Tras descansar un montón de horas para descubrir Ámsterdam, hemos salido a conocer la ciudad en bici. En la cola del alquiler nos hemos encontrado con unos 2.563 españoles (entre ellos, nuestras vecinas asturianas).

Hemos visitado todos los lugares obligados: la casa de Anna Frank (donde hemos oído frases célebres como "Seguro que los nazis no pagaron 8'50€ para entrar aquí" o "Con este calor ése debe ser el ventilador de Anna Frank" todas muy graciosas), el barrio Rojo (con parada para tomar la cerveza de rigor), los canales y el río Ámstel (que, no, no es de cerveza) donde Javi ha cumplido con la tradición castellana de saludar a todo aquél que pasara por debajo del puente en el que estábamos (con frases como "Yo no tendré barco, pero tengo pelo, socalvo!").

Después de cenar, Javi con Pere y el Chino han ido a cortejar a las vecinas asturianas para que fueran con ellos a dar una vuelta al Museumplein (cuando aún eran sólo las 12:00 de la noche) y las buenas de ellas ya estaban durmiendo. Acto seguido, Pere y Javi han bajado a la calle para rondarlas en su ventana como la auténtica tuna compostelana, ante lo cual las chicas no han pudido negarse a salir a dar una vuelta con ellos. En ese momento Pere ha ido a acompañar al Chino a dios-sabe-qué y Javi ha tenido que mantener el tipo yendo él solo con ellas hasta el Rijksmuseum (donde ya esperaban Toni y Juan). Después de estar charlando con ellas, han hecho aparición Chino y Pere (junto a varios grupos de españoles haciendo botellón) y han asustado a las asturianas justo cuando Javi creía tener alguna oportunidad (que en realidad no la tuvo nunca).

Entonces, Pere y el Chino (en un grado de exaltación de la amistad muy alto) han decidido salir por el barrio Rojo. Allí han vivido grandes aventuras como por ejemplo cuando el Chino se ha sentado tranquilamente delante de un escaparate y la señorita que había detrás del cristal ha salido enfurecida a preguntarle qué hacía allí sentado. Tras comprobar lo mal que está la gente a las 3:00 de la mañana en el Barrio Rojo, han decidido volver al hotel. Pero antes de llegar se han encontrado con una sorpresa...

Mientras Pere y el Chino exploraban el Ámsterdam nocturno, en el otro lado de la ciudad Toni, Juan y Javi se disponían a volver al hostal a dormir, cuando en el centro de la mediana de una calle ancha han visto a una holandesa de 2m. de estatura, borracha, haciendo 'eses' y que quería conversar con ellos tres. Javi, Toni y Juan (que son unos caballeros) han aguantado un rato charlando con ella hasta que el Chino y Pere han llegado (y se han encontrado con esa sorpresa rubia neerlanesa), así pues Juan y Toni se han ido a dormir. Sin embargo, Pere y el Chino han incitado a Javi a que cuidara de la pobre Grabriella (así se llamaba la chica) y la acompañara a su casa como todo un 'gentleman' (e incluso Pere le ha prestado su bici a Javi para que cumpliera tal fin).

Al final, Javi ha acompañado a la holandesita a casa (con los gritos de fondo del Chino diciendo "tirátela"), a pesar de que todos sabemos que una tía como esa tiene que estar mucho más borracha (o inconsciente) para tener algo con Javi. Y efectivamente, Javi ha quedado como un señor... pero nada más. Cuando Javi ha aparecido en el hotel hemos dormido tranquilos...

Día 3: 19 de julio - Amsterdam

Hoy, después de dormir apenas una hora (bueno, Toni y Chino sólo unos cinco minutos), hemos cogido el tren hacia Ámsterdam, dentro del cual nos hemos quedado catacroquer (o sea, dormidos), así que a Toni no le ha pasado ninguna desgracia.

Después de asentarnos en nuestro hostal, en el que compartimos habitación con tres personas más (un húngaro, una francesa y una apátrida -bueno, en realidad es de nacionalidad desconocida-todos ellos gente muy... extranjera), el día no ha sido muy fructífero porque hemos tenido una resaca peor que Massiel después de una boda.

Quizá lo más interesante haya sido conocer a tres asturianas muy simpáticas que duermen en la habitación de debajo de la nuestra. También hemos dado una vuelta por la ciudad, pero estamos tan reventados que nos hemos vuelto al hostal a la hora a la que los Lunnis salen de fiesta.

En la habitación Toni ha comenzado un letargo de 15 horas (de las 7pm hasta las 12 del mediodía del día siguiente), así que Pere al ukelele de Fallas y Javi con la turuta han interpretado bellos ritmos de bossanova desde la ventana para unas chicas danesas del hostal de en frente. Con el ritmo en las venas Juan y el Chino han hecho la brillante sugerencia de salir a la calle a dar un recital, así que hemos ido con el fresquito nocturno holandés a la Museumplein. Allí Pere afirma haber conocido a la mujer de sus sueños: una chica que nos ha hecho unas fotos
con la cámara réflex y nos ha dicho que es fotógrafa desde hace años, pero al final el romance ha acabado sin que Pere hiciera nada. Ella se fue y él siguió tocando el ukelele. Tras esta estampa, nos hemos retirado a dormir

Día 2: 18 de julio - Brujas, Blankenberge, Bruselas

Antes que nada os debemos una disculpa. Nos ha sido imposible acceder a un ordenador. Aun así volvemos para actualizar nuestro blog con los dias anteriores

Tras una gratificante y relajante noche en nuestro hostel, nos hemos levantado temprano para estrenar nuestro billete de Interrail. El primer tren que hemos cogido nos ha llevado de Bruselas a Brujas.

Tras dar una vuelta por la ciudad hemos alquilado unas bicis. Con ellas pretendiamos recorrer los 14 kms que separan Brujas de Blankenberge, una ciudad con playa.

Saliendo de Brujas nos hemos dejado guiar por Javi, que tras dar varias vueltas por los canales ha reconocido encontrarse más perdido que Toni en el aeropuerto de Barajas. Chino se ha indignado porque él conocía el camino y Javi no le ha hecho ni puto caso. Después de varias discusiones sobre el mapa de la ciudad, hemos encontrado la carretera.

En la playa de Blankenberge hemos comprobado que el agua del Mar del Norte está muy fría. Como suele pasar en la playa, nos hemos quemado todos excepto Toni. Él ha evolucionado a Charmander, su piel es mucho más roja que su pelo, lo cual le ha convertido en una bola de fuego con patas.

De vuelta en Brujas, justo antes de devolver las bicis, Javi ha visto a una chica en bici que por detrás le parecia guapa. Para averiguar si también era guapa de cara, ha acelerado imtentando adelantarla. Con lo que Javi no contaba era que esta chica era "la hija del viento", campeona de 4 tours y 2 giros. Juan, observando la situacion le ha gritado: "Tírala de la bici, así la vemos nosotros!!!". Tras dejarse el aliento en la persecución, Javi ha conseguido su objetivo y ha declarado que era una diosa.

Después de devolver las bicis, hemos cogido el tren de vuelta a Bruselas. De noche hemos vuelto al Delirium Café, el famoso bar de las 2004 cervezas. Allí conocimos a un grupo de chicas de Valladolid que terminaban allí el Interrail. Para entablar conversación con ellas, aprovechamos que Pere había salido del bar porque tenía que hablar por teléfono, para, cuando volvió a entrar, cantarle el cumpleaños feliz. A pesar de que hace mas de un mes que Pere cumplió años, ellas se ha enganchado a cantar. Al final, y gracias a Javi que es gracioso, hablador y sobre todo, muy pesado (y que las ha cazado como si fuera un vaquero del Far West con su lazo) hemos acabado con ellas en una discoteca de carácter bakaluti. Después de un complicado cortejo Toni y el Chino han conseguido engañar a dos pobres e inocentes vallisoletanas (que eran más perras que Lassie) para que pasaran un buen rato con ellos, que han hecho realidad sus deseos más cerdetes. Al final -sin comerlo ni beberlo- ellas estaban durmiendo en nuesta habitación.

A la mañana siguiente hemos sabido datos como aquél que decía que una de ellas había pasado cuatro días sin cagar, o que las dos guarrillas con las que han retozado Toni y el Chino tienen novio en España (la del Chino, dos novios, lo cual nos ha hecho ver cuan zorras eran).

sábado, 17 de julio de 2010

Dia 1: 17 de julio - Bruselas

A las 6 de la madrugada, nos hemos plantado en el Aeropuerto de Barajas para facturar nuestras maletas. Como ya predijo el Wii Fit no ha habido problemas de peso con ellas. Asi que sin mas dilacion nos hemos dirigido a la puerta de embarque.



Dentro del avion, nos hemos sentado en dos filas. Javi ha escogido estrategicamente su asiento al lado de dos chicas que en un principio le han parecido muy guapas... El avion ha salido con 20 minutos de retraso por culpa de los controladores aereos que hacen huelgas de celo... Por fin, el vuelo ha despegado y Javi ha empezado a relacionarse con sus dos vecinas de asiento. Gracias a ello ha podido averiguar que una de ellas era madre de dos hijas, lo cual le ha hecho dudar de su objetivo.



Mientras todo esto ocurria, Juan ha descubierto la oferta del mes en Ryanair: leche con cereales! Tras el desayuno a 10 km de altitud, todos excepto Javi se han dormido. Esto le ha permitido entablar una relacion mas estrecha con sus dos amigas a las que ha acabado calificando de "muy pesadas"



Por fin, tras poco mas de dos horas de vuelo hemos aterrizado en el Aeropuerto de Charleroi (Bruselas), de una forma bastante brusca. Parte del pasaje ha empezado a aplaudir lo cual ha encendido a Pere, que odia enfurecidamente que la gente aplauda cuando un avion aterriza. Una vez en el aeropuerto hemos cogido el autobus a la ciudad de Bruselas, en el viaje ha sido amenizado por Chino y el ukelele de Fallas, con el que ha interpretado exitos como el "torero" o "yo soy fiel la roja", entre otras.



Una vez en Bruselas, Chino, que es un antisistema convencido ha decidido no pagar el bonometro y colarse en todos los viajes. Despues de ver que facil es viajar sin billete, el resto hemos decidido secundar su iniciativa y no hemos vuelto a pagar...



Alli ha tenido lugar el suceso mas doloroso del dia, a Toni le han robado la cartera con el billete del Interrail. Por suerte y despues de unas horas de tension y depresion, se ha sacado otro billete y puede continuar el viaje.



Por la tarde visita de rigor a Bruselas... donde Javi se ha reencontrado con sus dos amigas y ha a afirmado definitivamente que "son feas la verdad", Chino ha respondido a un hombre que le pedia tabaco con la frase "lo siento es que no hablo belga" y hemos sorprendido a la gente jugando a las cartas sentados en medio de la Grand Place. Por la noche hemos estado en el bar con mas variedades de cerveza del mundo (2004 en concreto), y nos hemos hartado a probar cervezas belgas.

De vuelta al hostel, hemos pagado 3 euros para poder acceder a Internet y actualizar el blog. Por ahora os dejamos que vamos a jugar un futbolin y despues a dormir que nos espera un dia duro.

viernes, 16 de julio de 2010

Día 0: 16 de julio - Madrid

Después de las citas inolvidables de los Forever Young en Madrid en diciembre de 2009, en la que Toni protagonizó una de sus mejores aventuras, y Valencia en marzo de este año, lo más parecido a "Los Cinco" del siglo XXI, nos hemos propuesto una nueva aventura. Nos vamos de Interraíl!!!

Mañana a las 7 de la mañana cogeremos en Barajas un avión de Ryanair con destino a Bruselas. Donde pasaremos nuestro primer día (y nuestra primera noche).

Hoy ha sido nuestro último día de "preparativos" en Madrid, donde se ha llevado a cabo la preparación de las maletas. Como dice bien nuestro querido amigo Roberto Burton (de ahora en adelante Chino) "sois unos catalanes", por eso solo hemos facturado dos maletas grandes. Asi que tras poner, ropa, sacos de dormir, mochilas y por supuesto, nuestro famoso ukelele de Fallas de Valencia, Juan ha tenido la feliz idea de pesar las maletas usando el Wii fit. Segun este genial sistema de pesado, nuestras maletas no exceden los 15 kg. Así que si mañana Ryanair nos da problemas, tendremos que denunciar a Nintendo.

Nuestra idea sería actualizar este blog a diario, aunque ello dependerá de que podamos acceder o no a un ordenador con wifi. Por el momento, nos vamos a dormir, que mañana a las 4.45 nos levantamos!