jueves, 29 de julio de 2010

Día 11: 27 de julio - Munich

Hoy hemos decidido darnos un respiro y pasar del despertador, lo que ha provocado que hasta pasadas las 12 no haymos estado listos para salir.

Nuestro plan de hoy ha sido totalmente improvisado, y todos nos hemos puesto de acuerdo en acercarnos en tren a la vecina ciudad de Dachau, a visitar el que fue el primer campo de concentración del III Reich. Esta vez, después de nuestra mala experiencia de ayer, para el viaje sí que hemos llevado nuestros billetes con nosotros, aunque para colmo, hoy no ha pasado ningún revisor.

La visita al campo de concentración ha sido quizás la más impactante de todas las que hemos hecho en este Interraíl. Todos hemos recorrido aquellos pasillos con un escalofrío constante.

De vuelta a Munich, donde llovía a mares (sí, la lluvia no nos da tregua en estos últimos días, con el buen tiempo que tuvimos al principio), hemos decidido refugiarnos en una típica cervecería para degustar una buena jarra de cerveza alemana mientras jugábamos a las cartas esperando a que la lluvia amainara.

Y por fin ha salido el sol y nos hemos vuelto a poner en marcha, en esta ocasión para ver el famoso Allianz Arena (el estadio donde juega el Bayern, el bonito, el que se ilumina con colores de noche). A la vuelta hemos querido disfrutar de los tradicionales 'jardines de la cerveza' pero se había hecho de noche y allí solo quedaba gente paseando en bici en un parque lúgubre y tenebroso sin iluminación alguna. La anécdota ha llegado en el momento en el que hemos querido preguntar a uno de los ciclistas por el dichoso jardín y nos ha dicho que él no hablaba muy bien castellano pero que su hijo, que iba con él, hablaba catalán. Así que Pere, el más catalán de nosotros, ha hablado con él y este le ha respondido con un 'el jardí està tancat' con un acento que ni Jordi Pujol.

Así que siguiendo los consejos de nuestro amigo catalanoalemán nos hemos dirigido a Leopoldstrasse, donde había aún un poco de marcha. Allí hemos conocido a una nueva amiga, que había pasado varios años en Canarias y hablaba un español con acento canario. Ella nos ha recomendado un bar mexicano donde nos hemos tomado nuestra última cerveza en Alemania.

La siguiente parada ha sido el hostal, que mañana nos espera un largo viaje, el último tren.

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